VARIANTES DEL VIH

 

El VIH es uno de los virus con mayor variabilidad genética debido a su elevada tasa de replicación y mutación. La razón es que cuando el virus quiere duplicar su material genético (ARN), la proteína del VIH encargada de hacerlo (llamada retrotranscriptasa) no puede eliminar los nucleótidos que se incorporan por error al nuevo material genético que se está generando y esos errores dan lugar a mutaciones.
Algunas mutaciones hacen que el virus no sea viable y desaparecen, y otras se mantienen porque no afectan al crecimiento del virus o porque le aportan beneficios. Por ello existen numerosas variantes del VIH, estudiadas en el campo de la epidemiología molecular del VIH.

 

Basándose en su homología genética o parecido entre la composición del genoma (ARN) viral, el VIH se clasifica en dos tipos: VIH-1 y VIH-2. El VIH-1 es el más extendido y responsable de la mayoría de las más de 38 millones de infecciones por VIH en el mundo. El VIH-2, identificado en 1986, es más cercano filogenéticamente al virus de inmunodeficiencia del simio (VIS) que al VIH-1, siendo menos patogénico, menos transmisible y encontrándose, sobre todo, en ciertos lugares de África Occidental.

 
 

El VIH-1 se clasifica en cuatro grandes grupos: grupo M (main o principal), grupo O (outlier o externo), grupo N (no-M, no-O) y el grupo P. Los grupos O, N y P presentan baja prevalencia y están restringidos a África subsahariana occidental y central. El grupo M es el responsable del 97% de las infecciones por VIH-1 a nivel mundial.
A su vez, los virus del grupo M se subdividen en 10 subtipos (A, B, C, D, F, G, H, J, K, L) y recombinantes entre ellos (CRF, URF).
Los recombinantes se originan por recombinación tras una coinfección viral (infecciones sucesivas) o una superinfección (infecciones simultáneas) por dos o más subtipos y/o CRF diferentes del virus en un mismo individuo. Esto suele ocurrir en lugares donde hay una alta tasa de infección y circulan muchas variantes distintas. Las cepas de VIH recombinantes pueden ser circulantes (CRF) o únicas (URF).
El VIH-2 se ha clasificado en 9 grupos (A-I) y 2 recombinantes (CRF01_AB y URF), siendo los grupos A y B los mayoritarios.

 
 

La distribución mundial de las distintas variantes del VIH dentro del grupo M es heterogénea. El subtipo C predomina en África del sur, el subtipo A en los países de la antigua Unión Soviética y su recombinante CRF01_AE en el este y sudeste asiático. En Europa occidental, América y Australia, el subtipo B es el predominante.
El subtipo B del VIH-1 es la variante más estudiada y utilizada como modelo para el diseño y desarrollo de fármacos, vacunas y ensayos diagnósticos, a pesar de que supone sólo el 12% de las infecciones por VIH‐1 a nivel mundial. Los movimientos poblacionales comerciales, migratorios y turísticos han ido introduciendo subtipos y formas recombinantes del grupo M del VIH-1, siendo responsables del 88% de las infecciones mundiales. La variante del VIH más prevalente en el mundo es el subtipo C (46,6%), seguida de los recombinantes CRF.

 
 

La correcta identificación de subtipos y formas recombinantes entre las variantes del VIH es de gran relevancia para entender problemas potenciales en el diagnóstico genético y serológico, en la cuantificación de la viremia, en la eficacia del tratamiento antirretroviral, interpretación del impacto de las mutaciones de resistencia (MDR) y para comprender el pronóstico de la enfermedad o fallos en la eficacia de vacunas en desarrollo.
El impacto de la variabilidad genética del VIH en las futuras vacunas en desarrollo se entenderá muy bien si recordamos el impacto que han tenido las nuevas variantes del SARS-CoV-2, virus causante de Covid19, en la eficacia de algunas vacunas en la reciente pandemia.
Ciertas variantes no-B (variantes diferentes al subtipo B) presentan una progresión acelerada de la enfermedad, tasas de transmisión diferente y polimorfismos o marcadores naturales asociados a resistencia a los ARV. Por ello, la presencia de variantes no‐B del VIH‐1 no sólo tiene implicaciones en el ámbito epidemiológico, sino también posiblemente importantes repercusiones clínicas y biológicas que requieren ser estudiadas.

 

PROYECTOS SOBRE VARIANTES DEL VIH EN MARCHA

 

En EPIMOLVIH llevamos muchos años trabajando con variantes del VIH para conocer la epidemiología de la pandemia del VIH y entender las implicaciones diagnósticas, clínicas y terapéuticas de la variabilidad genética del virus. Haciendo especial hincapié en la identificación y estudio de los los tipos, subtipos y recombinantes menos estudiados, las variantes no-B, que al ser menos frecuentes en países de altos recursos siguen siendo los más desconocidos a pesar de su alta prevalencia mundial.

Tras identificar estas variantes del VIH en muestras clínicas de personas infectadas en España y en otras partes del mundo, estudiamos su distribución y prevalencia. También detectamos las mutaciones que presentan, incluyendo aquellas más frecuentes que son marcadores de variante. Por último, estudiamos el impacto diagnóstico y terapéutico de esa variabilidad. Debido a su importancia, incluimos el estudio de variantes en la mayoría de nuestros proyectos. Puedes encontrar nuestros estudios sobre variantes del VIH en diversas publicaciones y tesis. Ya hemos estudiado variantes del VIH en España y en varios países de África, Latinoamérica.

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